Ernesto Vegas/Prensa AN
El trabajo de los penados y las penadas en los establecimientos penitenciarios, tendrá carácter obligatorio y constituirá un modo de tratamiento para la transformación y reinserción social y plataforma para la redención de la pena.
Así lo manifestó el presidente de la Comisión Permanente de Cultos y Régimen Penitenciario, diputado Andrés Eloy Méndez (PSUV/Falcón) al referirse algunos de los elementos contenidos el nuevo Código Orgánico Penitenciario (COP)
Señaló que, de acuerdo con el artículo 73, se establece que el penado o penada que se negaré a trabajar, o voluntariamente lo hiciera en forma imperfecta, estaría incurso en una “falta gravísima” y podría ser sancionado según lo contemplado en la normativa jurídica.
En cuanto a la seguridad en los centros carcelarios, refirió que la corresponsabilidad es un tema tan delicado como el tema penitenciario. “Abrir una investigación sobre la conducta de un funcionario te dicen que “fue el custodio o el Guardia Nacional o el director de penal. No obstante, que no tienen mando ni ascendencia de las operaciones en la custodia”.
El diputado Méndez informó que actualmente hay unos dos mil setecientos jóvenes aproximadamente que están a punto de egresar de la Universidad Experimental de Seguridad Penitenciaria, quienes serán los que tendrán en un futuro el control de los centros penitenciarios del país.
“Ellos están recibiendo instrucciones (sobre) formación de seguridad penitenciaria y que, una vez se adscriba ese cuerpo a la Comandancia de la Policía, las órdenes de operaciones, las responsabilidades penales-administrativas dependerán del Ministerio del Poder Popular para el Servicio Penitenciario”, aclaró.
Comentó que ese ministerio tratará un tema especialísimo en la sociedad venezolana que no tiene que ver con la función policial sino con una función de transformación de la conducta social del individuo a través de los valores éticos y morales perdidos o no inculcados en el seno familiar.
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